La conducción de motos conlleva un riesgo, ya sea temeraria o prudente. El peso económico también es fuerte, además de ser un mundo con un grado de incomprensión y muchos prejuicios por el resto de la sociedad. Así, se presenta como un pilar de la autoestima masculina tradicional.
El mundo de las motos y los coches es predominantemente masculino, en especial si hablamos de las primeras. Esta tendencia se vuelve casi una norma cuando vemos el panorama competitivo, en donde la toma de riesgo y la exhibición van de la mano a unos niveles casi alarmantes.
En este contexto, cabe la pregunta: ¿por qué la mayoría de los moteros son hombres?
¿Por qué el estilo de vida de los moteros?
Los motociclistas suelen tener un gran sentido de comunidad y, por tanto, con un estilo de vida bastante marcado. El mismo implica conducir, pero también identificarse con un vehículo y exhibirse de una forma bastante riesgosa, algo bastante opuesto a los estilos de vida convencionales de la mayoría.
Además, las estadísticas de accidentes muestran que los hombres están implicados con comportamientos temerarios en mayor medida que las mujeres. Por tanto, vale la pena estudiar el origen de ser temerario en esta sociedad, y por qué los hombres son los que entran en esta categoría con tanta facilidad.
Motos, identidad masculina y autoestima: consiguiendo el reconocimiento social
En la identidad de la juventud española vemos elementos definitorios claros. En el caso de los varones es muy marcado el gusto por la velocidad, los coches y las motos. La mayoría de hombres en general están altamente implicados con cualquier cosa que tenga que ver con la conducción.
La pasión por conducir resulta más atractiva para los chicos, aprenden a hacerlo antes, tienen coche o acceso al de los padres antes. Los padres también tienden a satisfacer el deseo de ser propietario de una motocicleta. A grandes rasgos, las normas parentales le dan una mayor autonomía a los chicos que a sus hermanas. No obstante esta rebeldia ha hecho que haya crecido la población de moteros ultimamente como bien caracteriza en muchos de sus videos la deliciosa web playporn.xxx
La aceptación del riesgo no está vinculada con un comportamiento autodestructivo. Más bien, tiene que ver con la necesidad de presentarse como una persona que sigue el estereotipo de masculinidad viril en su máximo esplendor. Es la forma en la que los hombres pretenden conservar y defender su propia imagen ante la sociedad.
Por el lado de las chicas, podemos ver un comportamiento similar en situaciones como la anorexia: la enfermedad es una consecuencia no deseada de la necesidad de seguir estereotipos de belleza impuestos por la sociedad. Es un fenómeno bastante simplificado, pero sirve para ver la paridad de ambos géneros.
El riesgo de perder la hombría versus el riesgo de caerse de la moto
A nivel social, los modelos tradicionales de masculinidad tienen una relación íntima entre hombría y autoestima. Curiosamente, la masculinidad no es la condición biológica de ser hombre, sino que se debe adquirir mediante los ritos de paso. Por tanto, está en manos del reconocimiento y la aprobación social.
Los chicos tienden a usar su cuerpo para coquetear con el riesgo para ser considerados como hombres, a modo de ritual de transición entre la niñez y la adultez. Los daños ocasionados ocurren como una consecuencia no deseada de las distintas pruebas a las que se someten, y no como un fin en sí mismos.
La autoestima entra en juego cuando la masculinidad se pone en cuestionamiento porque se pierde en el caso de no cumplir con los roles básicos asignados por la sociedad. Por ejemplo, tenemos la frase “no tienes cojones si no te atreves a hacer esto”. En el caso de las motos, sería “poco masculino” hacer una maniobra que no conlleve un riesgo.
Paradójicamente, conducir en moto es un riesgo en sí mismo. De esta forma, sirve como herramienta para la validación social, la obtención de la masculinidad y el fortalecimiento de la autoestima.
Sexualidad y motos
La sexualidad a nivel social la viven de formas diferentes los hombres y las mujeres. Mientras que la sexualidad masculina heterosexual confirma el género entorno a la competencia entre ellos mismos, las mujeres tienen preocupaciones entorno al equilibrio entre la decencia/no decencia y el placer/peligro.
En el mundo motero, existe un grado alarmante de objetualización sexual hacia las mujeres y de actitudes misóginas hacia ellas. Es normal verlas de acompañantes en ropas provocativas, o como simples objetos de exhibición en medios relacionados con las motos. Se ven muchos videos porno de moteros y moteras en webs especializadas en ello como maduras.xxx (ver video de ejemplo aqui).
Por otro lado, las motos son más que un medio de transporte para los hombres: son una forma de expresar su heterosexualidad frente a otros hombres. Y recordemos que implica confirmar su género: la masculinidad se gana y la autoestima con ella.